4 de marzo de 2010

Uno, dos, tres, cuatro

Uno, dos, tres, cuatro…

Espero sentada, cuento y me relajo…

Uno, dos, tres, cuatro….

Exhalo largamente y me digo mentalmente que no debo porque preocuparme

Uno, dos, tres, cuatro…

Me recrimino por intentar intervenir en algo que no me debería interesar, en donde no tendría que intervenir.

Uno, dos, tres, cuatro…

Los golpes aumentan y ya no creo que llegue a tener la fuerza de suponer que no pasa nada

Uno, dos, tres, cuatro…

Agarro el teléfono del hotel, ya no aguantaba más escuchar los gritos y golpes de la habitación de al lado

Uno, dos, tres, cuatro…

Cuento los tonos antes de que me atiendan y cuento lo sucedido.

Uno, dos, tres, cuatro…

Escucho los pasos de los que deben ser los encargados del hotel.

Uno, dos, tres, cuatro…

Tocan cuatro veces la puerta con rapidez, luego los golpes cesan; los encargados entran y sacan a la mujer.

Uno, dos, tres cuatro…

La observo cuatro segundos en silencio, esta herida, pero se ve una sonrisa en su rostro; ya no me arrepentía de haber intervenido

Uno, dos, tres, cuatro…

Agarro el libro que tenía en mi regazo y empiezo a leer, ya no se escuchaba nada, solo silencio y palabras alteradas del supuesto novio.

Uno, dos, tres, cuatro…

Ya todo había terminado.