Miró hacia abajo, lo esperaba esa calida negrura que añoraba que lo comiera, que lo absorbiera para siempre jamás; pero más abajo había pequeñas hormigas parlanchinas con aspecto familiar que decían que su añoranza era ridícula, que estaba loco, que no sea estupido, que todo cambiaria, que lo ayudarían a cambiar, entre otras frases repetidas sin parar con desesperación.
Nadie podía entender su absurda vida, su dolorosa historia que nunca contó y no contara jamás. ¿Quién podría entenderlo? ¿Quién podría escuchar las dolorosas razones por lo cual quería la negrura sin decir antes la frase repetitiva en las películas y/o novelas “eso no importa, yo te voy a ayudar, vamos a salir de esta”?, si, por supuesto, lo ayudaría a no conseguir el boleto de oro para poder cumplir su travesía para pasar un momento ridículo que se arrepentiría de por vida: “mira él es el sujeto que se quería suicidar, observémoslo para que sepa que es una atracción de un circo por el cual la gente paga para burlarse o hablar de él a sus espaldas”, no gracias, le apetecía mas el boleto dorado.
Pocos centímetros faltaban para cumplir su petición… no le echaba la culpa a sus amigos o a sus familiares; solo a ella, persona que hizo que un “vivieron felices para siempre” terminara en esto “la búsqueda de la oscuridad”.
Apareció otra hormiga, esta vestía de forma elegante y su correr era con una desenvoltura perfecta; se oyó su voz, la voz culpable de que todo esto terminara así.
-¡no lo hagas!, si no lo haces vuelvo con vos, pero no lo hagas, te juro que…
No quiso oír el resto, solo volvía porque él moría por ella, lo hacia para que luego no tuviera la culpa de este “accidente”, siempre era todo ella, nunca un nosotros o un él, no, solamente ella, la mujer hermosa, perfecta, de figura impecable, la que nunca tenia ni un error.
Dio el paso definitivo, sintió el grito de todos, pero solo el que le intereso fue el de ella, grito que no escucho; eso lo puso feliz, su fantasma la perseguiría para siempre, pero antes de pensar en eso, se concentro en sentir como el aire se colaba entre sus dedos y su pelo, como podía tener la sensación de que volaba, la sensación de adrenalina por todo su cuerpo, hasta que abrió los ojos y por fin vio su deseada oscuridad।
Ayelen Castaño
Esto lo pense al ver una pelicula...
ResponderEliminarespero que piensen "se quiere suicidar"
o "es emo"... si me conocen, la ultima no cuenta...
Yo lo escribi pensando en un hijo y una madre... pero capas lo toman cono dos enamorados..
la escritura tiene muchos significados, segun como se llegue a leer...