-¡Me voy!- no era un capricho mío… era que ya no podía soportar estar en ese lugar, rodeado de personas sucias, sin poder comer y que mi único futuro sea el de pedir una moneda en la calle- no quiero seguir así…-
Agarre las pocas cosas que poseía: un colgante que me había regalado mi padre antes de irse y un cuadro de plata que me había dado el colegio por mis excelentes notas… pero, EL CUADRO NO ESTABA.
-que… que… dd… donde esta… ¡¡¡DONDE ESTA!!!-
-¿que pasa hija?-
Era una mujer alta, de rasgos duros y unos tristes ojos negros, aquella mujer, con mucho pesar era mi madre…
-¿por que gritas niña? ¿No ves que tuve un día malo ayer?-
-¿y yo?, ¿¡¿y yo que mama?!?- no lo pude evitar, las lagrimas salía a montones de mis ojos, esas húmedas lagrimas que nunca pude derramar al frente de esa borracha mujer- yo todos los días me paro en la avenida para pedir una limosna, y vos, VOS gastas todo ese trabajo que supuestamente es para comer para que USTED mujer lo tome en vino simplemente porque tuvo un día malo… y por curiosidad, ¿alguna ves lo tuviste en cuenta? no… ¡NO! Siempre tengo que ser la esclava siempr...-
-¡cállate ingenua!- mi madre me pego una cachetada- ¿acaso no sabes lo que tengo que pasar? Alguna ves seria bueno que salgas de tu burbuja de tu egocéntrico YO… nunca me agradeciste nada… -
-como pudiste pegarme… ¡BORRACHA!, seguro que mi cuadro lo vendiste para conseguir un poco de tu amado vino tinto… ya no aguanto, ¡me voy!-
-ándate… total, ¡tu cuadro ya no esta!, y ¡sin vos la vida va a ser mucho mas fácil!-
Esa fue la ultima ves que vi a mi mama, yo contaba con unos 10 años entonces, luego de aquella discusión, me fui de el callejón que yo llamaba casa para irme con mi propia voluntad y deseo a un orfanato… todo seria mejor que ese lugar…
Allí me trataron bien, tuve muchos amigo y por primera ves en mi vida pude entender el significado de familia, amor, llorar de la risa, entre otras… pero luego, como todos los que estuvimos allí, a los 18 años nos tuvimos que ir… nadie podía estar para siempre allí aunque todos ya lo aviamos pedido (hasta como regalo de navidad), la anciana directora del establecimiento era la mezcla exacta y perfecta de amor, dulzura y cariño con severidad y respeto…
-hasta luego, espero verte luego… que tengas una hermosa vida y sigas tu sueño de ser periodista…-
-gracias, te extrañare… ¡prometo enviarte cartas!-
-y yo te prometo que te responderé…-
Esa fue la primera y ultima ves que la vi llorar, nunca hacia eso; me abrazo, me beso la frente y me dejo con mis “hermanos” para despedirnos…
Esa despedida no la quiero recordar…
Cuando me fui de mi hogar, la vida exterior no fue tan mala… al día siguiente empecé a trabajar en una tienda de ropa (gracias a los contactos de mi “madre” del orfanato) y la pensión en que alojaba era hermosa, con todos los lujos y mas que podría llegar a pensar que tendría, allí conocía a Marina, una chica menudita de pequeños y perfectos dientes y enorme ojos grises, que si te miraba profundamente, daba miedo…
Con ella tuvimos muchas similitudes, ambas íbamos a cursar la misma carrera en la misma universidad y nos gustaban las mismas cosas ¿Qué mas se podría pedir?, respuesta correcta a la pregunta, nada, tenia mas de lo que necesitaba…
A las semanas empecé la universidad, una gran mansión lleno de olor a estudio y disciplina, un lugar perfecto para mi, ese día use mi amuleto, aunque, a decir verdad, nunca desde que me sacaron una placa por un brazo roto al caer de un árbol me lo quite… era un colgante que mi padre me había legado el día que se fue de casa, el único recuerdo que quería de aquel lugar.
Algo bueno que tenia, era que podía olvidar cosas rápidamente o recordarlas con una perfecta facilidad, mi único recuerdo de mi infancia era el orfanato y nada mas, únicamente me permitía a mi misma el poder recordar aquel mugroso callejón con cucarachas en el cual estaba obligada a vivir y la odiosa avenida, que por suerte nadie que conozca sabia que un tiempo atrás yo había trabajado allí pidiendo limosna…
Ya hable de mas del pasado, ahora vamos con la actualidad, hoy en día estoy en mi 3er año de la facultad, tengo muy buenas notas y, por primera ves, tengo que hacer un documental, por supuesto que lo voy a hacer con Marina, nadie me entendía mas que ella…
-¿en que zona quieres que la hagamos? A mi me gustaría la escuela publica numero 915, dicen que tiene muchos problemas…- le dije a mi amiga cuando nos juntamos a planificar el proyecto.
-no, para allá ya van dos grupos… ¿que te parece el barrio bajo? Nadie se anima a ir allí, eso seria una primicia, y si tenemos suerte, nos podrían sacar el final si tenemos una buena nota…-
-de acuerdo, me gusta eso lo de la primicia… tendrás que trabajar en un programa de chismentos…-
-mientras que sea radio… odio mis ojos, son muy…-
-¿saltones?- termine la frase que ella había empezado, teniendo en cuenta de que tendría que tener mucha suerte en que nadie de allí me reconozca y por excelencia, no cruzar aquel callejón…
Ayelen Castaño
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